La identidad digital es el conjunto de características que nos definen en la red. Es algo más que un concepto administrativo, es nuestra huella digital. Mediante esta huella vamos dejando un rastro de las acciones que llevamos a cabo en internet y los demás nos conocen, a veces incluso más de los que nos llegan a conocer en la vida real. Esta identidad contribuyen a conformarla las opiniones que los demás tienen sobre nosotros.
Al vivir en una sociedad eminentemente tecnológica todos tenemos identidad y huella digital, porque seamos más o menos activos en la red, es fácil que en algún momento hayamos expresado y publicado alguna opinión en ella. Por ello, es importante que como docentes seamos conscientes de esta realidad y que eduquemos en esto a nuestros alumnos, con el fin de que su identidad digital sea un proceso consciente que ellos construyen voluntariamente, y no es resultado de acciones impulsivas llevadas a cabo sin reflexionar sobre las consecuencias.
Las características más importantes de la identidad digital son su capacidad de amplificación, su escalabilidad, la perdurabilidad de los contenidos y su viralidad. Todo ello diferencia a la identidad digital y a la analógica.
Actualmente nuestra identidad es la mezcla de la identidad analógica y la digital.
Como educadores tenemos la obligación de acompañar a los alumnos y ayudarles en su interacción y su participación en las redes, ya que ello contribuirá a la construcción de su identidad híbrida.
A la conformación de la identidad digital contribuyen nuestras acciones y nuestras omisiones en la red.
El Instituto Nacional de Tecnologías de la Comunicación (INTECO) en su Guía sobre la identidad digital y reputación on line menciona que la reputación on line es la consideración social que otros usuarios tienen de la vivencia on line de una persona o de una organización. Se diferencia de la identidad digital en que esta última se refiere a los datos que aparecen sobre una persona u organización en la red, mientras que la primera se relaciona con las opiniones.
Lo importante como educadores y docentes es qué debemos hacer para ayudar a nuestros alumnos a gestionar su identidad digital y su reputación on line.
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La OCEDE señala las propiedades de la identidad digital, mencionando como características importantes de internet la permanencia de la información que sobre nosotros colgamos en la red, y la descontextualización, es decir, que dicha información puede ser manejada por los demás independientemente de nuestra voluntad. Se trata, por tanto, de una información persistente e incontrolable, por ello es importante enseñara al alumnado a gestionar esta información desde edades tempranas, ya que aspectos relevantes de la vida futura de nuestros alumnos (como encontrar un trabajo) pueden depender de acciones puntuales que hayan llevado a cabo en la red.
Una correcta gestión de nuestra identidad digital implica ser conscientes de tres elementos: el contenido generado por uno mismo, por terceros y en las relaciones con los demás.
Podemos dar dos consejos a nuestros alumnos: la prevención y la reacción. Es decir, controlar qué información damos sobre nosotros mismos en la red y participar en ella de forma respetuosa, tratando a los demás como nos gustaría que nos trataran a nosotros; y en segundo lugar, denunciar los delitos informáticos de los que seamos testigos y generar contenidos positivos cuando veamos publicada injustamente información negativa de alguien.
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